Haciendo las maletas

Llevo toda la mañana preparando la maleta, no es que tenga mucho que hacer. La mayoría de las cosas se quedarán aquí esperando mi regreso en enero del año que viene, pero aún así da bastante pereza estar sacando todas las cosas que tienes guardadas e ir metiéndolas bien colocaditas. Siempre, cuando tienes que viajar tienes sentimientos encontrados, por una parte vas a echar de menos a todos los buenos amigos que dejas atrás, aunque sea sólo por un mes, pero por otra parte tienes unas ganas tremendas de ver a los tuyos y estar con ellos, de sentirte en casa, de querer un sopa.

Me encanta viajar, pero el hecho de tener que hacerlo solo nunca me ha hecho mucha gracia. Puede ser esa la razón por la que esté tan melancólico, quizá unido al miedo escénico de tener que hacer mis últimos exámenes de la carrera, y ver por fin el final de un largo tunel que no sabes muy bien a donde te lleva. Sin embargo, tengo muchísimas ganas de volver. Quiero encontrarme con mi familia, quiero estar con mi novia y poder hablar con ella sin interrupciones del skype, quiero quedar con los amigos para ir a tomar algo, quiero coger el bajo y aporrearlo junto al grupo, ¡quiero ver el mar!

De todas formas, en pocas horas estaré de vuelta en mi maravillosa isla (será por el tiempo que he estado fuera que ya me parece maravillosa), sin tener que pasar frío, ni mojarme constantemente por culpa de la lluvia. Nos vemos pronto.

Saludos.